Sonriendole a la vida, permitiendome sentir, vivir y disfrutar, sin señalamientos, ni excusas, porque soy la protagonista de mis dias.
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El día domingo tuve el gusto de asistir al reencuentro de ex alumnos de la Banda Shows Nuestra Señora del Rosario, a la que perteneci en la escuadra de Saxofón.
Tenía planes para la mañana por lo que no asisti a misa, pero no se dieron por factor compromisos de la persona que iría a mi casa, pero aproveche el tiempo para atender a mis niños y adelantar lo de mi salida, animando a mi hermana a ir también.
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La cita era para laas diez, entre entregarle los niños a su papá, freir unos tequeños, armar bolso, se hizo laa once, ya estaba lista pero no sabía como movilizarme, termine trasladandome en moto y resulto que fui de las primeras en llegar.
La excusa de algunos era que habían salido de rumba la noche anterior; mi hermana llegó temprano, estuvumis jugaando domino, escuchando música y esperando a los demás; no sabía quiénes iban porque fui invitada a pesar de no colaborar con el alquiler.
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Poco a poco fueron llegando, me contente a ver a Quintero, que parte de mi escuadra y junto aprendimos a tocar el saxofón; estuvimos hablando de su estadía en República Dominicana y su pronto regreso a la isla.
La invitación era a llevar una prenda blanca, solo una llego sin ese color, era risa porque en las fotos ella era la intrusa, hasta que su amiga apareció con la camisa y al fin nos tomaamos varias fotografías grupales, en total eramos 20 exalumnos, pero faltaton muchos.
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Jerry compro varias cajas de Zulia, ¡salud!, aunque no se permitía acompañantes y niños, dos llevaron a sus hijos, ellos disfrutaron de la piscina desde que llegaron, nosotros seguiamos hablando y actualizando cuentos.
Por las hora perdida los muchachos querían saber si se pagaba horas extras, laa señora pedía 15$ por cada hora, pero cuadre mi regreso a casa con una amiga y ellos si pensaban extender la visita.
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Después de las mil fotos me cambie y me fui directo al agua, ¡adios al cabello seco!; el ambiente era agradable, seguiamos tomando y comiendo pasapaalos, que había por monto.
Mi hermana se tuvo que ir temprano, por cuestiones de salud, yo estaba feliz y relajada bañándome hasta que Zabala hizo la seña, ya eran las siete de noche, su esposo paso por nosotras para ir hasta la estación de servicio y surtir gasolina.
En casa espere a mis niños, que aún no cenaban; Ronny al llegar se percato que no había internet, resulto que pague 2.074 y eran 2.704 bolivares de factura, cancele el restante esperando no cobraaran por reconexion del servicio.
Querida yo no te olvides de sonreír, que linda te ves!...