Ya vi lo que pasa: lo que no hay son puntos de conexión. Porque al estar solo, cultivando cualidades y limpiando mi mente de lo mundano, he logrado estar en un clímax de otro nivel. Y ellos, al no poder entenderme, me atacan, se burlan, atacan mi pobreza y me ignoran. Todo esto es producto de sus propias falencias: sale a relucir su orgullo y miedo. A mí ni me molestan; son como insectos, no son de mi categoría. Humanos básicos, solo piensan en comer y dormir… son lamentables.
Por eso fui encontrando a otros que sí saben, que están en mi nivel, o al menos cerca. Y bueno, lamentablemente, no todos califican para mi amistad. No es que no sea abierto, sino que ellos no saben cómo.
Los humanos van cargando miedos y traumas que los tienen prisioneros.