SEC-S25W5: Énfasis en la fortaleza

  Mantener la constancia, disciplina y dedicación en la actividad deportiva, es un estilo de vida que diariamente disfruto experimentar. Por ello, unirme al quinto programa de entrenamiento que nos propone nuestra amiga @ngoenyi , es una alternativa perfecta para mí. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Llevar mi esquema de entrenamiento a otros enfoques, ha sido una experiencia muy enriquecedora para mí, porque durante el recorrido, he practicado ejercicios que no formaban parte de mi programa. Gracias a dicha ejecución, tengo una panorámica más amplia respecto a la evolución que he tenido y, en qué debo seguir trabajando para mejorar.

  Por segunda ocasión, el programa de nuestra instructora me sacó de mi zona de confort con dos ejercicios además de que, durante la actividad, me hice varias preguntas relacionadas al equilibrio, porque siento que en su totalidad, no logramos alcanzarlo. Una vez acotado estos detalles, les comparto mi experiencia con el quinto programa de entrenamiento deportivo.

  Mi debut con este ejercicio, lo tuve en esta ocasión, ya que a pesar de haber visto a otras personas ejecutándolo, jamás lo había aplicado. Admito que de los cuatro ejercicios asignados, este fue el que más me costó, pero aun así, mantuve mi enfoque en la práctica para familiarizarme con él y, lograr aportarle los beneficios idóneos a mi salud. Ahora bien, al momento de realizarlo, me di cuenta de que debo trabajar con más ahínco el equilibrio de mi cuerpo cuando hay una flexión en caída libre, porque cuando iba a bajar, sentía que el pie del cual estaba apoyada, buscaba en desequilibrarse y, esto más que todo lo percibía cuando alzaba la otra pierna.

  De igual manera, durante la ejecución noté el trabajo de espalda y hombros que se hace durante la caída libre. En mi caso, tuve momentos en los que solía estar más tensa en esas zonas y, creo que dicha tensión auspiciaba que mi cuerpo buscará en perder el equilibrio.

  La experiencia que tuve con este ejercicio, me gustó. Sé que debo mejorar la técnica y, lo voy a añadir a los ejercicios que practico durante la semana, porque tener un buen equilibrio, flexibilidad y coordinación en mi cuerpo, también es mi meta a alcanzar.

  El segundo ejercicio con el que debuté en esta ocasión, fue este y, a pesar de que no lo percibí muy complejo, sí me generó confusión por la posición correcta de las manos. En líneas generales, el ejercicio me gustó y, durante la ejecución, sentía la presión de mis brazos acotando que, lo realicé en modo principiante, porque aún no tengo la fuerza y resistencia ideal para flexionar con las piernas tendidas. Cabe destacar que, al ejecutar los movimientos, noté el impacto que recibe zona de la cadera y el abdomen, porque al momento de bajar, en dicha área había tensión.

  Para mi esquema de entrenamiento, este ejercicio también lo voy a incluir, porque quiero que mis brazos alcancen un buen nivel de fuerza, al igual que, dicha área esté al margen de alguna lesión debido a posturas incorrectas que llegue a tener.

  Ahora sí llegamos a un ejercicio con el que estoy familiarizada, ya que durante tres veces a la semana, lo suelo practicar. Es por esto que, para la dinámica, utilicé unas pesas que almacenan 1KG de arena cada una y, así poder elevarlas doce veces. En cada repetición, percibía la fuerza en mis brazos al igual que, la tensión en el agarré de las pesas, porque para evitar que los brazos pierdan la rectitud, me gusta apretarlas y, de alguna u otra forma, esto para mí también es una manera de entrenar las manos.

  Otras apreciaciones que percibí fue que, durante la ejecución del ejercicio, sentía el movimiento de trabajo que tenía la espalda y esto, sin duda alguna, es perfecto para mí, porque de esa manera evito tener tensiones en esa área por pasar mucho tiempo sentada.

  Gracias a lo familiar que son los golpes de hombros con plancha para mí, me sentí muy cómoda durante la ejecución. Les confieso que siempre es un placer percibir la presión que se genera en mi abdomen y brazos, porque dicha fuerza, me motiva a hacerlo con mayor fervor. Aunado a ello, al realizarlo, siento cómo mi cadera se relaja, al igual que la espalda, ya que a pesar del movimiento que hay en los hombros y, el brazo que flexiono, dicha zona se expande para impulsarme a notar ese efecto tan agradable.

  Con este ejercicio he logrado trabajar el equilibrio, resistencia y fuerza en mis brazos. Por ello, es uno de los que siempre me aseguro de incluir en mi programa de entrenamiento en la semana.