Hace dos años aproximadamente me veía al espejo y pensaba que estaba bien, aunque solía sentirme cansada casi todos los días, era un cansancio más que todo mental, porque si salía a caminar o trotar podía hacerlo sin ningún problema, y superar casi todas las veces mis expectativas… Me di cuenta que luego de salir de casa y hacer alguna actividad física mi mente se refrescaba y sentía una energía nueva, supongo que por el efecto de salir simplemente a moverme.

En esa época hablaba con una persona que luego de tener confianza conmigo me dijo que estaba muy delgada, que debía tratar de buscar la manera de “engordar”, yo lo vi con los ojos muy abiertos y sorprendida y le dije ¿por qué? Si estoy bien así, me dijo que no. Entonces me estuve mirando al espejo y me di cuenta de que tenía razón, y que quizá esa era la respuesta a mi falta de energía.

Por supuesto, antes de tomar ninguna decisión y hacer algo al respecto estuve investigando. Leí mucho acerca de algo que ya yo sabía, en la vida actual que tiende a ser muy sedentaria, después de los treinta años se empieza a perder masa muscular si no hacemos nada al respecto. Recordé porque había dejado de correr…

Hace varios años mi deporte era salir a correr, corría unos cuarenta minutos diarios, y eso aunque me ayudo a aumentar mi bienestar psicológico me puso más delgada aun de lo que solía ser… Por más que tratara de comer más simplemente no podía compensar la pérdida de peso asi que poco a poco lo fui dejando y me quede con las caminatas entre semanas.

Fue investigando mucho que encontré que la respuesta a mi inquietud era hacer ejercicios de fuerza, y disminuir el ejercicio cardiovascular.

Ahora me resulta gracioso, pero en esa época cuando decía que debía mejorar mi composición corporal y aumentar la masa muscular la mayoría de mis amigas se reían de mí: “Estas loca, pero si estas bien.” Obviamente no les hice mucho caso, pero no volví a decirles nada acerca de ese tema.

Lo que hice fue tomar la decisión de ponerme a hacer ejercicios de fuerza, pero como estaba apenas empezando debía comenzar con mi propio peso. Esto debía acompañarlo con una dieta que tuviera un balance entre proteínas, carbohidratos y grasas buenas. Y por supuesto sin olvidar la recuperación y el descanso.

Lo que hice fue investigar qué podía comer, las proteínas de origen vegetal (los granos como lentejas y frijoles), y animal (como pescado, pollo y carne), cobraron mucho protagonismo, así como comer grasas buenas: semillas, aceite de oliva aguacate, etc.

Una de las reflexiones que vienen a mi mente es que en el pasado la mayoría de las veces trataba de comer sano, pero sin prestar demasiada atención a los horarios, porque me saltaba las comidas, ni le prestaba atención a las porciones, comía poco, ni me fijaba mucho en el valor nutricional de los alimentos…

Es increíble como uno puede hacerse daño sin darse cuenta, si proyectamos nuestra vida, en base a la calidad de vida que deseamos y podemos tener seriamos más cuidadosos con la alimentación porque, aunque parezca mentira a veces no es tanto un tema de economía, aunque obviamente influye, es más un tema de conocimiento. En la actualidad creo que la gente se cuida más en este sentido que antes.

Comer mejor no significa comer más, sino que lo que comamos tenga un aporte nutricional que nos ayude a estar y sentirnos mejor.

En realidad, no le prestaba atención a estas cosas y al principio tuve que reconocer que era demasiada información para mí y cosas por aprender e introyectar, sé que eso me llevaría tiempo, y que lo más importante para mí era perseverar hasta alcanzar incorporar buenos hábitos alimenticios, de ejercicio y descanso.

Yo no siento que tuviera algún problema con la comida, pero nunca he sido una persona que coma mucho ni con mucho apetito, así que trate de leer, investigar, escuchar videos de profesionales que me ayudaran en ese camino de aprender a alimentarme mejor.

Y por supuesto todo camino nuevo está lleno de recovecos y partes desconocidas que poco a poco se van abriendo e incorporándose con la experimentación.

Luego está el tema de la incorporación de los ejercicios de fuerza, eso también me llevo tiempo aprenderlo, así como el descanso.

Creo que cada aspecto se relaciona entre sí y a medida que he ido aprendiendo he podido ir afirmando algunas cosas, ajustando otras y sigo observando.

Una cosa que me encanta es que el camino a mejorar el estilo de vida y los habitos es muy seguido por mucha gente en la actualidad, hay muchos ejemplos de personas que podemos seguir. Pero lo mas importante es tomar decisiones y ser perseverantes, comprometidos y consistentes.

Me alegre mucho porque fui al servicio de nutrición de Locatel en mi ciudad (al que voy cada ciertos meses) y allí me atendieron, es un servicio gratuito al que voy para saber cómo va mi proceso y aunque muchas veces solo salía de allí decepcionada porque: o no lograba aumentar nada de peso, o aumentaba grasa y muy poca masa muscular… salía de allí triste pensando ¿Es tan difícil? Pero solo trataba de perseverar, así que algunas veces empecé a lograr el objetivo de disminuir la grasa corporal y aumentar la masa muscular… Esas pocas veces me he sentido feliz y realizada porque he visto que el proceso sí tiene resultados a la larga.

Esta experiencia me ha confirmado que el camino a lograr las metas no es lineal ni progresivo esta lleno de altos y bajos, avances y retrocesos, que hay que ir de la mano de los especialistas, de los que saben, que hay que llenarse de confianza en el proceso que aunque no vea resultados y parezca que todo va igual, los pequeños cambios diarios, el perseverar en las rutinas y hábitos va dando pequeñas victorias que a veces no se pueden medir en un aparato ni en una balanza, pero que puedo verlas por ejemplo cuando puedo subir una montaña sin cansarme, cuando puedo caminar y trotar sin perder el aliento, cuando ya sé que comer un poco más no es algo malo, que está bien estar cansada y triste un día porque al día siguiente puede ser el día en que vea que ha sido bueno tomar decisiones porque hay frutos, ciertamente.

Me gustaría poder compartir más de esto que hago, porque muchas veces hacemos mucho por los demás y nos dejamos de ultimo, pero hoy sé que si me preocupo por mejorar detalles en mí eso redundara en una mayor capacidad para ayudar y ser de bien y bendición para otros, pero hay cosas que solo podemos hacer nosotros por nosotros mismos.

Esas cosas que solo podemos hacer por nosotros son cosas como cuidarnos, es la manera en que podemos servir más y mejor a otros, es la manera de sentirnos bien con nosotros mismos.

Para concluir puedo decir que la vida es un camino de decisiones y cambios, que hay que ir girando el timón a la dirección que señala el corazón, que mantenerse en el proceso no va a ser algo sencillo, pero allí esta el detalle, los retos nos inspiran a visualizar el camino en el que queremos andar...

Muchas veces no vamos a poder transformar el entorno ni a los demás, pero podemos transformarnos a nosotros mismos.

Gracias por leer...

Muchas gracias por leer y comentar.

_{Las fotos son de mi autoría.}

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