El comer en exceso es uno de los grandes pecados de nuestra sociedad moderna. Nosotros hemos confundido el apetito con el hambre con tanta frecuencia, que ya no podemos decir cuál es la diferencia. El hambre es una señal del cuerpo de que tiene una verdadera necesidad de alimento. No es una respuesta aprendida. El cuerpo necesita ser alimentado.

Por otra parte, el apetito es una respuesta aprendida vinculada con que una persona quiere comer y con el momento en que desea hacerlo. Tal vez se produjo una estimulación sensorial: la persona huele una comida, la ve o piensa en ella. Esto le recuerda alguna experiencia agradable que tuvo con ese alimento y por lo tanto desea comerlo.

![sano pexel.jpeg](https://steemitimages.com/DQmX8Ej152pgFEYnFefL8bkxw23yxWJiPDihSPQ3azXC7ZV/sano%20pexel.jpeg) Fuente:Pexels.com

Por eso resulta difícil saber si se ha comido en exceso. Por supuesto que hay señales obvias: después de comer en exceso muchas veces, la persona aumenta de peso. Pero si nos referimos a la forma como una persona sabe que ha comido en exceso, probablemente disponemos únicamente de la sensación de plenitud estomacal, que mucha gente considera normal.

Si queremos tener buena salud y el peso correcto, lo mejor que podemos hacer es educar nuestros gustos y actitudes en relación con los alimentos. Esto se puede lograr en forma adecuada únicamente despúes de cierto tiempo.

Solíamos pensar que una criatura regordeta, disfrutaban de buena salud. Pero no es así. Ahora hemmos ido al extremo opuesto y pensamos que una persona flaca es la que goza de mejor salud. Pero tampoco es así.Hay un peso ideal para cada persona, que no es la gordura ni la flacura.de buena salud, debemos controlar lo que comemos. No podemos permitir que el gusto, la vista o el recuerdo del aimento nos impongan lo que debemos comer y cuándo debemos hacerlo. Muchos programas de control de peso no son eficaces porque no cambian la manera de pensar acerca de la comida.

A algunas personas les cuesta menos antener su peso que a otras. Hay ciertos tipos de cuerpo que no tienden hacia la obesidad. Por ejemplo, el tipo "huesudo". Estas personas pocas veces engordan, independientemente de la actividad que tenga y de los hábitos de alimentación, si usted no pertenece a este grupo eso no significa que no pueda controlarlo, solamente que debera de esforzarse más de forma saludable.