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The idea of a space-based solar power plant is not new; it was first proposed in 1968 by an American engineer named Peter Glaser. Glaser's proposal consisted of a system in geostationary orbit that would constantly capture solar energy, which would then be converted into microwaves and sent to a receiving antenna on Earth, where it would be reconverted into electricity. A study program was conducted in the 1970s, and it was concluded that, although technically feasible, the enormous investment and technological risks made it unviable.
La idea de una central solar espacial no es nueva sino que se propuso por primera vez en 1968 por un ingeniero estadounidense llamado Peter Glaser. La propuesta de Glaser consistía en un sistema en órbita geoestacionaria que captara energía solar constantemente, que posteriormente se convertiría en microondas y se enviaría a una antena receptora en la Tierra donde se reconvertiría en electricidad. En los años 70 se realizó un programa de estudio y se concluyó que aunque factible técnicamente, la enorme inversión y los riesgos tecnológicos lo hacían inviable.
But now, with advances in miniaturization, ultralight materials, artificial intelligence, and reusable launchers, it appears to be minimally viable, and China has taken it seriously, as it is currently building a massive space-based solar power plant capable of revolutionizing clean energy generation. The plant will be approximately one kilometer wide, similar to the length of the Three Gorges Dam, the largest hydroelectric generator on the planet.
Pero ahora, con avances en miniaturización, materiales ultraligeros, inteligencia artificial y lanzadores reutilizables parece que puede ser mínimamente viable y China se lo ha tomado en serio pues está llevando a cabo la construcción de una central solar espacial de enorme escala, capaz de revolucionar la generación de energía limpia. La central tendrá un tamaño aproximado de un kilómetro de ancho, similar a la longitud de la represa de las Tres Gargantas, el mayor generador hidroeléctrico del planeta.

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The station will be installed in a geostationary orbit approximately 36,000 km above Earth, allowing it to remain in the same position and receive sunlight continuously, unaffected by the day-night cycle or weather conditions. Its solar energy collection efficiency is estimated to be up to ten times greater than that of terrestrial solar panels, as there is no atmosphere in space to block radiation or cloud cover to block it, and space-based solar panels will collect solar energy 24 hours a day, 365 days a year.
La estación se instalará en una órbita geoestacionaria a unos 36,000 km sobre la Tierra, lo que le permitirá permanecer siempre sobre el mismo punto y recibir luz solar de manera continua, sin verse afectada por el ciclo día-noche ni por las condiciones meteorológicas. Se estima que la eficiencia de captación de energía solar será hasta diez veces mayor que la de los paneles solares terrestres, ya que en el espacio no hay atmósfera que bloquee la radiación ni interrupciones por nubes y los paneles solares espaciales recolectarán energía solar las 24 horas del día, los 365 días del año.
As in the original idea, the energy will be converted into microwaves and sent to receiving stations on the Earth's surface, where it will be transformed back into usable electricity. Work began in 2019 in the Bishan High-Tech Zone in Chongqing, where the first experimental facilities and transmission tests are being developed. They are also developing the reusable Long March-9 rocket, capable of carrying payloads exceeding 150 tons to put the enormous solar modules into orbit.
Al igual que en la idea original, la energía será convertida en microondas y enviada a estaciones receptoras en la superficie terrestre, donde se transformará nuevamente en electricidad utilizable. Los trabajos comenzaron en 2019 en la zona de alta tecnología de Bishan, Chongqing, donde se están desarrollando las primeras instalaciones experimentales y pruebas de transmisión. Además están desarrollando el cohete reutilizable Long March-9, capaz de transportar cargas superiores a 150 toneladas para poner en órbita los enormes módulos solares,

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China plans to launch an experimental satellite in 2028, a 1 MW pilot plant in 2030, and scale up to 10 MW in 2035, with the goal of reaching a 2 GW commercial plant by 2050. However, building and operating a large-scale space solar power plant entails overcoming enormous scientific, technological, economic, and regulatory challenges. Transporting and assembling thousands of tons of solar panels and structures into geostationary orbit requires dozens or hundreds of launches of super-heavy rockets, such as the Long March-9. The cost and logistical complexity are enormous.
China tiene previsto lanzar un satélite experimental en 2028, una planta piloto de 1 MW en 2030 y escalar a 10 MW en 2035, con el objetivo de alcanzar una central comercial de 2 GW hacia 2050. No obstante, la construcción y operación de una central solar espacial de gran escala supone superar desafíos científicos, tecnológicos, económicos y regulatorios de enorme magnitud. Transportar y ensamblar miles de toneladas de paneles solares y estructuras en órbita geoestacionaria requiere decenas o cientos de lanzamientos de cohetes super pesados, como el Long March-9. El costo y la complejidad logística son enormes.
Furthermore, transforming the electricity generated by microwaves or lasers, transmitting it efficiently to Earth, and converting it back into usable electricity poses significant technical challenges. Energy losses during transmission and dispersion in the atmosphere are significant. It is essential to ensure that microwave or laser beams are directed with millimeter precision to ground-based receiving stations, avoiding risks to people, animals, and aircraft. Transmission safety is a critical challenge. But there is no doubt that this technology could drastically reduce dependence on fossil fuels and reduce polluting emissions.
Además transformar la electricidad generada en microondas o láser, transmitirla de manera eficiente a la Tierra y reconvertirla en electricidad utilizable supone grandes retos técnicos. Las pérdidas de energía durante la transmisión y la dispersión en la atmósfera son significativas. Es fundamental garantizar que los haces de microondas o láser sean dirigidos con precisión milimétrica a las estaciones receptoras terrestres, evitando riesgos para personas, animales y aviones. La seguridad de la transmisión es un desafío crítico. Pero no cabe duda de que esta tecnología podría reducir drásticamente la dependencia de combustibles fósiles y las emisiones contaminantes.
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https://www.popularmechanics.com/science/energy/a64147503/china-solar-station-space/